martes, 10 de noviembre de 2009


Escudo Nacional Mexicano durante el imperio de Maximiliano




lunes, 9 de noviembre de 2009

Tema : Maximiliano y Carlota

México se presentó ante Maximiliano como un país herido por la guerra y profundamente dividido en sus convicciones. Así que tras la sugerencia de Napoleón III de dejar Austria e ir a México, Maximiliano pidió una serie de firmas o pruebas de que sería bienvenido en México. Los Conservadores no tardaron en conseguir una cantidad significativa de firmas, la cual convencería a Maximiliano y a su esposa Carlota Amalia de Bélgica de tomar la nueva aventura de gobernar un país en caos que no veía cuando pararía de correr la sangre de norte a sur, este a oeste.

El 14 de abril de 1864, Maximiliano y Carlota dejan Miramar abordo de la nave austriaca "Novara" para zarpar a México y llegan a Veracruz donde son recibidos con aclamaciones por parte de los Conservadores. Después se trasladaron a Puebla donde fueron igualmente recibidos hasta llegar a la Ciudad de México.
Al poco tiempo la pareja escogió el Castillo de Chapultepec como su nueva residencia.
Después de pocos años, en los que Maximiliano hizo notar su forma de gobierno, resultó ser más liberal que lo que sus partidarios conservadores pudieron tolerar (la negativa de Maximiliano a suprimir la tolerancia de cultos y a devolver los bienes nacionalizados de la iglesia, cuando el nuncio papal le requirió ambas decisiones.), así que perdió apoyo de su propio bando. A pesar de que esas decisiones hicieron que algunos liberales le apoyaran, Estados Unidos estaba en contra de cualquier mandato europeo en América así que apoyo y convenció a los liberales de que no apoyaran a Maximiliano.
En el otro lado del Atlántico, Napoleón III empezaba a tener problemas, así que se vio obligado a retirar sus fuerzas de México y llevarlas a Europa en su apoyo.
Sin el apoyo francés y con el descontento del pueblo mexicano (apoyado por Estados Unidos), Maximiliano no le quedaba mucho por hacer. Pero desoyendo los consejos que le sugerían abdicar y regresar a Austria, decidió asumir las consecuencias.
Finalmente entre la espada y la pared fue sitiado con los restos de su ejército y capturado en Querétaro por soldados del general Mariano Escobedo.
Terminando el segundo Imperio después de 3 largos años(1864-1867).


Tras un juicio en ausencia, celebrado en el teatro municipal por un coronel y seis capitanes, sin derecho a apelaciones y con base en un interrogatorio que en su mayor parte el Emperador se negó a contestar, los revolucionarios lo condenaron a muerte. Así fue como lo fusilaron en el Cerro de las Campanas de la ciudad de Querétaro el 19 de junio de 1867, junto con los generales conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía.
Sus restos fueron depositados al año siguiente en la Cripta Imperial de Viena de la Iglesia de los Capuchinos.


Durante el Imperio, a Carlota se le conocía como una gran viajera, a la cual le gustaba visitar cada rincón de Yucatán. Sin embargo, se vio obligada a ir a Europa en busca de ayuda para evitar la caída de su Imperio. Pero su intento fallido por conseguir la ayuda y el fusilamiento de Maximiliano la llevó a la locura y se quedó con su familia en Europa hasta que el 19 de enero de 1927, la misma enfermedad mental y el aislamiento terminó con su vida.

Contexto Mundial

1864

Julio verne publica su obra: viaje al centro de la tierra









1865


Muere Lincoln asesinado

Lewis Carroll- Alicia en el país de las maravillas

Nace Rudyard Kipling – premio nobel de Literatura




1866

Julio verne : de la tierra a la luna

Se instala el primer cable transatlántico q comunica a Wall Street con Londre gracias a William Thompson


1867

Fonógrafo y micrófono de Alva Edison

Vida Cotidiana


Entre 1854 y 1868, y en especial durante los años del Imperio de Maximiliano,estaban de moda las crinolinas, estructuras capaces de soportar una falda hasta de tres metros de diámetro y de casi treinta metros de tela.
Durante el día, especialmente para asistir a misa, las damas portaban mantillas a la usanza española y velos de seda, las más jóvenes, o cubiertas con un pañolón de seda. ”.
Para la elaboración de los vestidos, no existía aún una industria textil suficientemente extendida y variada en sus producciones en nuestro país, de ahí que la mayoría de las telas fueran importadas y los vestidos se elaboraran copiando los modelos europeos, sobre todo parisinos, por modistas o costureras nativas. Existían tiendas cuyos propietarios franceses vendían los modelos casi cuatro veces más caros que en París, por los derechos de aduana sumados a las ganancias.
Las mujeres del pueblo dedicadas al trabajo –vendedoras de hortalizas, de flores, de frutas, de aguas, de tortillas, de comida, y en sus labores, la molendera, la planchadora, la lavandera, la tamalera, la buñolera y muchas más, vestían huipiles y enaguas de telas de lana o de algodón de colores. Sus adornos estaban formados por “gargantillas y relicarios, aretes y anillos de plata y oro” y sus arracadas de oro.Como prenda indispensable estaba el rebozo, hecho de seda o de algodón, cuyo valor dependía de su largo, de la forma de las puntas.Destaca la presencia de la tradicional China vestida con una enagua interior con encajes bordados de lana en las orillas, que llaman puntas enchiladas.


La vestimenta masculina, a diferencia de la femenina, se conservaba más dentro de la comodidad. Los campesinos y pastores indígenas vestían la inconfundible camisa y calzón blanco de manta.
En cuanto a los rancheros, su vestimenta se componía de unas calzoneras de gamuza de venado, adornadas a los lados de botones de plata ,un sombrero adornado con toquilla se plata, alas grandes y a los lados de la copa “unas chapetas de plata en forma de águila u oro capricho”. Cubría su cuerpo con la manga de Acámbaro, especie de capa, y un sarape de Saltillo, considerados como los mejores.
Los trajes masculinos eran la levita, con sombrero de copa, el frac, el uniforme militar, o bien el traje de ranchero o de charro. La vestimenta masculina se conserva siendo prácticamente la misma desde el uso de la levita por Benito Juárez y el grupo de liberales, quienes mantenían con orgullo la austeridad republicana como símbolo de honestidad y buen gobierno.